El pasado día 14 de marzo, el Foro de Jóvenes dio comienzo sus actividades con un almuerzo en Jerez de los Caballeros con el empresario D. Ricardo Leal, propietario y fundador de la empresa Cristian Lay, en el que los asistentes pudieron conocer su trayectoria y filosofía empresarial.
Ricardo Leal es un empresario que partió de cero. Era un niño inquieto y a los 14 años dejó de estudiar y empezó a trabajar como aprendiz de joyero, haciendo de todo (arreglos, venta, etc.). Aun no conformándose con su nueva profesión, decidió emprender el negocio por su cuenta, abriendo su propia joyería: “Joyería Ricardo”. Empezó así a comprar directamente a fábrica y comercializar los productos. Más tarde montó su propia fábrica y entró en el sector de la producción. La primera fábrica de joyería la montó en Córdoba dada su tradición joyera. Posteriormente se abrió al mundo de la moda montando su primera fábrica en Cataluña.
Ricardo Leal destaca qué es fundamental en una empresa: unos buenos gestores y buenos resultados. “En caja debe haber siempre una peseta más de lo que se gasta”. Entiende la empresa como un proceso de mejora continua, en el que hay que ir paso a paso y celebrando los logros que se van obteniendo.
“Lo importante es estar en la competición para intentar llegar a los objetivos”. Hay que fijar objetivos y en función de los mismos, actuar.
Entiende la empresa como un equipo de fútbol en el que todos sudan la camiseta y el entrenador es el empresario. Todos tienen que correr para que la empresa sea rentable. Es importante soltar lastre y quien no sude la camiseta hay que dejarle fuera. “El equipo es fundamental y más aún, la actitud del mismo”.
Destaca la importancia de la formación del personal y el control de costes. “Hay que saber comprar para después vender”. En su opinión “un buen producto, a buen precio y con un buen servicio, se vende”.
En cuanto a la segunda generación, entiende que es importante que tenga una visión de la empresa, si bien diferencia entre propiedad y gestión. “La empresa es una oportunidad, hay que ganársela y aprovecharla”. Lo importante es profesionalizar la empresa.
Destaca la importancia de tener unas reglas escritas. Tienen un protocolo familiar que ha desarrollado, principalmente, la segunda generación.
En cuanto a la diversificación, buscan oportunidades reales de negocio, con una visión a largo plazo.
En cuanto a la internacionalización, señala que para vender fuera primero hay que vender dentro. Destaca la importancia de adaptar tu producto al mercado y en ese sentido el vendedor sabe lo que quiere su cliente para, posteriormente, trasladarlo a fábrica.
En la apertura de nuevos mercados se apuesta por una persona local que conozca el país, sus costumbres, etc., persona que pasa a formar parte de la empresa.
Destaca la importancia del networking y de las relaciones. “El cliente de mi cliente es mi cliente”. No vende por Internet para no hacer competencia a su red comercial.
Dentro de 15-20 años, imagina su empresa consolidada económica y empresarialmente y desde el punto de vista familiar que sigan todos trabajando y haciendo lo que corresponde para que funcione.
Por último destacó que todo se centraliza desde Jerez de los Caballeros, a pesar de las dificultades logísticas, que cuenta actualmente con 1.200 trabajadores y que el 70% de los productos que vende son de fabricación propia.