El presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar (AEEF), Alfonso Pitarch, ha destacado hoy la «capacidad de resistencia» que han mostrado las empresas familiares de Extremadura, que han sabido «adaptarse a los cambios y a las exigencias planteadas por el nuevo escenario social y económico», de forma que han superado «la peor parte de la crisis mejor que otro tipo de empresas».
En este sentido, Pitarch ha subrayado el «clima de cierto optimismo» de los propietarios de negocios familiares porque «parece que se está poniendo freno a la destrucción de empresas y algunas de ellas ya están creando empleo e incrementando sus inversiones», por lo que animó a las distintas Administraciones a continuar con su agenda de reformas.
No obstante, el presidente de la AEEF ha recordado las dificultades que padecen las empresas familiares, como son la sucesión en la propiedad y la falta de financiación. En primer lugar, ha solicitado ayudas para la elaboración de los Protocolos Familiares, como existen en algunas Comunidades Autónomas, ya que se trata de un documento que facilita el intercambio generacional de forma «ordenada y planificada, evitando los conflictos». También ha reiterado la necesidad de que se suprima el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Extremadura, ya que «condena a muchas empresas familiares a la desaparición», si bien ha indicado que se está a la espera de conocer la modificación impositiva propuesta por el Gobierno de Monago.
En cuanto a la falta de financiación, ha indicado que continúa siendo «un grave problema para cualquier tipo de negocio», por lo que «esperamos que los 100 millones de euros que el Gobierno de Extremadura pondrá en circulación gracias a un convenio con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se haga una realidad muy pronto y las entidades que lo gestionen no pongan trabas para su ejecución.
El peso de las empresas familiares en la economía de Extremadura es incuestionable, ya que el 90% de los negocios que hay en la región tienen su origen en la familia. En su conjunto, aportan el 80% del PIB regional, lo que supone más de 14.500 millones de euros, según la Universidad de Extremadura.
Para defender los intereses de este colectivo económico tan importante, se creó en 2003 la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar, que agrupa en la actualidad a 35 empresas, pertenecientes a todas las ramas de la actividad productiva. Son sociedades líderes en su sector, por lo que su contribución a la generación de empleo y riqueza es incuestionable. De hecho, su facturación agregada alcanza los 1.200 millones de euros anuales, lo que supone alrededor del 7% del PIB regional. Por ello, la AEEF pide desde hace años diversas reformas legales y fiscales que las dote de una mayor protección y mejoren su competitividad.
Fecha de noticia: 29 de Mayo de 2014
Medio de comunicación: Expansión