Cáceres acogerá el próximo año el XXV Congreso Nacional de la Empresa Familiar, según se ha anunciado este semana en la clausura de la edición de este año, que ha reunido en Pamplona durante dos días a cerca de 500 empresarios de toda España.
En su discurso, el presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Marc Puig, ha abogado por una alianza con los poderes públicos que permita a las empresas crecer y consolidarse y ha pedido que las empresas españolas sigan contando con las mismas condiciones que las del resto de países europeos.
En este sentido, ha declarado que el crecimiento es fundamental, ya que está demostrado que, a tamaño similar en comparación con otros países europeos, “nuestras empresas son perfectamente competitivas. Facilitemos entonces que nuestras empresas puedan crecer”.
“Es muy fácil caer en esa filosofía falaz que alaba a la pequeña empresa para criticar a la grande. Se apoya al emprendedor, y eso está muy bien, pero no se valora lo suficiente la labor del empresario”, ha dicho Puig, quien ha afirmado que, para tener una sociedad respetuosa con el medio ambiente, inclusiva y generadora de oportunidades, “deberíamos poder establecer una alianza con los poderes públicos para posibilitar que nuestras empresas crezcan”.
En su opinión, “deberíamos evitar que surjan dificultades que impidan la consolidación, la continuidad y el crecimiento de nuestras empresas. Y de ahí nuestra petición para que no se pongan trabas al crecimiento, ni que las condiciones para ello sean peores que las de nuestros vecinos europeos. Y a menudo esa es la realidad”.
El presidente del IEF ha recordado que “uno de los elementos que en las últimas décadas ha contribuido de forma efectiva al progreso de la sociedad europea y, por tanto, de la española es un régimen fiscal, en prácticamente todos los estados de la Unión, que trata de forma distinta aquellos elementos patrimoniales afectos a actividades empresariales del resto”.
En España, ha apuntado, este régimen se ha consolidado a lo largo de los últimos 25 años.
Se trata, en esencia, “de no penalizar la tenencia de aquellos bienes que se dedican a generar prosperidad y trabajo, de no hacer nuestras empresas menos competitivas que nuestras homólogas europeas, y de no gravar la transmisión de esos bienes para evitar desmantelar empresas en funcionamiento. Nuestro modelo económico depende en muy buena medida de que nuestro modelo vigente no se deteriore”, ha subrayado.
Respecto a la Comisión de Expertos que ha puesto en marcha el Gobierno para plantear una reforma tributaria, Puig ha asegurado que “acogemos esa iniciativa con respeto. De hecho, el IEF ha sometido al Comité sus propuestas, que se caracterizan por su moderación y su realismo. Somos muy conscientes de la necesidad de acometer políticas de consolidación fiscal para restablecer el equilibrio de las cuentas públicas. En esa tarea, cuenten con nosotros”.
Ha ofrecido la colaboración de la empresa familiar para luchar contra la economía sumergida, optimizar el gasto público y dotar de más eficiencia a los servicios del estado del bienestar que reciben los ciudadanos. Pero, ha precisado, “no caigamos en la tentación fácil de destruir nuestras estructuras empresariales para responder a urgencias coyunturales”.
“Que nadie cuente con nosotros para poner trabas a las aspiraciones legítimas de nuestras empresas de seguir progresando, de seguir existiendo. Concentremos todos nuestros esfuerzos en favorecer el desarrollo de las empresas familiares. Su consolidación, su crecimiento, su éxito es sinónimo del éxito de España y del bienestar de los españoles”, ha aseverado.
Fecha de noticia: 31 de octubre de 2021
Medio de comunicación: eldiario.es/extremadura