¿Cómo afronta el nuevo reto como presidente de AEEF?
Con mucha ilusión pero también con una gran responsabilidad. Presidir la Asociación para mí es un reto personal y profesional y espero darle continuidad al gran trabajo realizado por mi antecesor en el cargo, Miguel Ángel Leal, y seguir reafirmando la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar como referente institucional, académico y social dentro del tejido empresarial y en todo lo relacionado con la empresa familiar en Extremadura.
¿Quién es Juan Carmona?
Tengo 52 años, estoy casado y tengo 3 hijos. A nivel profesional, tras un breve paso fallido por la universidad, me incorpore con 20 años a la empresa familiar. Desde muy pequeño, igual que el resto de mis hermanos, había estado en contacto con la empresa de mis padres, sobre todo durante las vacaciones de verano, cuando nuestros padres nos ponían como “deberes” trabajar en la empresa, ayudando en lo que podíamos. Por tanto, el entorno laboral de Inquiba, siempre ha sido algo muy familiar para mí.
Cuando inicié mi andadura en Inquiba, empecé como vendedor “tienda a tienda” y, tras ello, poco a poco fui creciendo a nivel profesional, pasando por las diferentes áreas: I+D, calidad, administración, compras, operaciones… hasta asumir la Dirección Comercial. En 2006 cuando nos embarcamos en un proceso de sucesión familiar, me propusieron como Director General que es el cargo que ocupo desde entonces.
Como comenté, no me fue bien en la universidad pero sí he tenido un proceso de formación y memorización, continua y rigurosa. Esto me ha llevado y me lleva, a participar en programas de alta dirección en diferentes escuelas de negocio que me han ido ayudando a completar las habilidades directivas que necesitaba.
El Grupo Inquiba, una empresa familiar de 2ª generación, fundada por mis padres hace más de 50 años y que en estos momentos es referente en el sector de la fabricación de productos de Higiene personal, especialistas y líderes en el mercado Ibérico en fabricación de Detergentes Líquidos, Capsulas y Suavizantes.
En 2023 facturó 240 millones de euros y tiene una plantilla de 600 colaboradores.
¿Qué nuevos retos tienen por delante?
Nuestro primer reto, como asociación, es consolidar lo que hemos conseguido en estos últimos cuatro años.
Vamos a seguir organizando actividades que fomenten el, crecimiento y la continuidad de la empresa familiar, defendiendo la importancia de este tipo de organizaciones para el desarrollo y bienestar de los extremeños.
Vamos a seguir potenciando el foro de jóvenes, como punto de encuentro de los futuros sucesores, donde puedan intercambiar conocimiento, inquietudes y experiencias.
Reforzaremos la interlocución con la Administración haciéndoles llegar las propuestas y medidas que consideremos oportunas para el desarrollo del tejido empresarial y especialmente, el de la empresa familiar.
Además, pondremos en marcha nuevos proyectos en beneficio de nuestros socios, de la empresa familiar extremeña y de nuestra región, como:
Un programa de prácticas de jóvenes en empresas, con el objetivo de facilitar a los jóvenes de las familias empresarias asociadas, formación y experiencia laboral en el inicio de su carrera profesional.
Una escuela de sucesores, dirigida a los jóvenes de las empresas familiares cuyo objetivo es que las nuevas generaciones reciban una formación adecuada en aquellas materias claves para la buena gobernanza, el crecimiento y el progreso de las empresas familiares.
Continuaremos apostando por el Programa “Empresa Familiar en las Aulas”, programa con el que estamos acercando el mundo empresarial y, concretamente, el de la empresa familiar a los alumnos de los centros escolares de Extremadura con el objetivo de fomentar la cultura emprendedora y de promover la actividad empresarial entre los mismos. Hay que seguir apostando por el emprendimiento entre los más jóvenes, quitándoles el miedo a emprender.
Y vamos a promover programas de continuidad y de relevo generacional para las empresas familiares extremeñas, especialmente, en las zonas rurales.
¿Qué impacto tiene la AEEF en la economía extremeña?
Nuestra asociación está formada, actualmente, por 124 familias empresarias, para un total de 500 empresas, con una facturación agregada de 5.600 millones de euros lo que equivale al 30% del PIB privado regional, dando empleo a más de 35.000 personas. Estos datos ponen de relieve la relevancia de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar en el tejido empresarial de nuestra región.
Hay que tener en cuenta que nuestra Asociación, además de para sus empresas asociadas, trabaja para el desarrollo, crecimiento y continuidad de la empresa familiar extremeña en general, que supone el 92% de las empresas de Extremadura, por lo que es evidente que nuestra labor como asociación es muy relevante y somos un actor fundamental en el presente y en el futuro de la comunidad.
¿Qué reclaman al gobierno de Extremadura?
Somos el referente en el ámbito empresarial de la región y defendemos el papel de los emprendedores, grandes y pequeños, como tractores imprescindibles de la economía extremeña. El desarrollo económico de nuestra región no se puede entender sin la audacia, el coraje, el compromiso y la resiliencia de muchos proyectos empresariales que empezaron en pequeño, con el sueño de un emprendedor, con pocos recursos pero que, con mucho esfuerzo, hoy se han convertido en grandes referentes nacionales de su sector.
Como asociación multisectorial, generadora de empleo y que aglutina a las empresas más representativas de nuestra región tenemos un amplio conocimiento de Extremadura, de su tejido empresarial, de sus ventajas y de sus inconvenientes y de sus fortalezas y de sus debilidades.
Y todo ese conocimiento lo ponemos a disposición de la Administración regional para que, entre todos, avancemos hacia una comunidad más próspera social y económicamente.
Queremos consolidarnos como un interlocutor cualificado para la Administración, no solo en aspectos de empresa familiar, sino también en materias de política empresarial y económica, defendiendo los intereses de las empresas familiares y poniendo de relevancia su protagonismo en el desarrollo de nuestra región.
Nuestra región se enfrenta a importantes retos en los próximos años y nuestra Asociación más que reclamar, se pone a disposición del gobierno regional para afrontarlos juntos.
¿Qué demandas tiene la empresa familiar en estos momentos?
Tenemos que salir del vagón de cola de estos repartos “singulares” que ahora se están discutiendo desde el gobierno central, y en esta cuestión, a nivel regional, debemos estar todos alineados.
Tenemos un marco regulatorio asfixiante y un entorno laboral muy complejo que nos pone muy difícil competir con otros países del entorno. La administración regional, claramente puede hacer de contrapeso, tienen que creérselo y apostar por una simplificación administrativa real que favorezca y promueva la actividad empresarial.
Apostar por la industrialización y la automatización en Extremadura, no es una opción sino una cuestión de supervivencia, ya que ello favorecerá la creación de puestos de trabajo de mayor valor añadido. En este sentido es fundamental adaptar los programas de formación a las necesidades reales de las empresas.
Hay que mejorar las infraestructuras para atraer nuevos proyectos empresariales, generar más actividad económica, incentivar la inversión. Un transporte ferroviario de garantía que favorezca la entrada y salida de personas y mercancías, un aeropuerto mucho más operativo y una conectividad que llegue a toda la geografía extremeña y que favorezca los procesos de digitalización de nuestras empresas. En este sentido esperamos y deseamos que la Estrategia de Transformación Digital presentada recientemente por la Junta de Extremadura sea un impulso para su desarrollo.
Son retos que hay que tenemos que afrontar, y desde la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar estamos preparados para ello.
En estos momentos hay una falta de mano de obra de cualificada ¿cómo lo están viviendo las empresas familiares extremeñas?
Evidentemente es un tema que nos preocupa. No es normal que en Extremadura tengamos una tasa de desempleo de más de 70.0000 personas, en muchos casos recibiendo algún tipo de subsidio, y haya ofertas de empleo sin cubrir, que no necesariamente necesitan de una cualificación especial.
Necesitamos que se promueva la incorporación de los jóvenes a los puestos de trabajo que hoy requieren las empresas, incluso formar a los trabajadores no tan jóvenes en nuevas funciones y competencias. Todo ello nos permitirá a las empresas cubrir nuestras necesidades y, adicionalmente, favorecerá la atracción y retención del talento en nuestra región, que es otro reto importante al que nos enfrentamos.
Fecha de entrevista: 10 de julio de 2024
Medio de comunicación: eleconomista.es